EL GENIO DE MIGUEL MIHURA VUELVE A LLENAR DE RISAS EL ESCENARIO DEL TEATRO CUYÁS
‘El caso de la mujer asesinadita’ estará en cartel los días 3, 4 y 5 de octubre en el coliseo capitalino gestionado por el Cabildo
“La obra de un auténtico genio. Una comedia donde la trama sobrepasa en muchas ocasiones la frontera del absurdo y el surrealismo, pero que, a la vez, dota a sus personajes de una gran coherencia. Ha sido un regalo poder hacer esta obra”, comentó hoy la actriz Isabel Ordáz en la presentación de ‘El caso de la mujer asesinadita’ de Miguel Mihura. Esta obra, que estará en cartel los días 3, 4 y 5 de octubre en el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria y que después de la magnífica función de danza contemporánea taiwanesa ‘Espejos de vida’ inaugura la temporada de teatro en el primer recinto escénico de Canarias. La comedia hilarante de Mihura vuelve a las tablas del Cuyás con un montaje dirigido por Amelia Ochandiano que pivota sobre el fracaso del matrimonio y las miserias de la clase media-alta del franquismo. “Es un fiel reflejo de la España en blanco y negro de la época. Un país gris en el que cada cosa que venía de fuera era una auténtica bocanada de aire fresco”, adelanta Ochandiano. . Las entradas están ya a la venta en las taquillas del propio Teatro Cuyás, a través de internet en la página web del centro (www.teatrocuyas.com) o en el teléfono 902 405 504.
Sobre el autor, Gonzalo Ubani resaltó que “es uno de los grandes de la escena internacional merecedor de ponerse al lado los mejores” y señaló que “ojalá pudiera el Cuyás poner en cartel una obra suya todas las temporadas”. El director artístico de los Teatros del Cabildo resaltó que el genio de Mihura se pone de manifiesto en montajes como ‘El caso de la mujer asesinadita’, un alarde de “ingenio, crítica social feroz y esa mala leche propia a de uno de los mejores dramaturgos del teatro español”, sentenció.
Mala leche. Todos coincidieron en resaltar que esta es una de los elementos fundamentales para comprender el teatro de Mihura en general y este montaje en particular. “Una de las caves para entender esta obra es la evolución de su personaje femenino. Empieza siendo una ama de casa aburida y muy poquita cosa y, poco a poco va haciéndose dueña de su propio destino hasta convertirse en algo así como una heroína dramática, aunque siempre desde la perspectiva cómica de Mihura. Hablar del papel al que se había sometido a la mujer en aquella época era arriesgado pero él lo hizo. Uno analiza el teatro de Miguel Mihura y descubre una crítica feroz a la España de entonces. Y todo con una calidad técnica notable. Llevar a escena a este ‘miura’ de las tablas es complicado, Juega con el lenguaje de una manera precisa y somete a los actores a situaciones emocionales muy intensas. Mihura es un auténtico ‘miura’ al que hay que lidiar con mucho temple para que no pierda ni un ápice de lo que quiso decir”, destaca Ochandiano.
En este sentido, Isabel Ordaz resaltó que interpretar a Mercedes “ha sido un regalo y un reto”. El texto, asegura la actriz, “está a años luz de los actuales guiones de Sitcom televisiva. Ahora se busca el ‘aquí te pillo, aquí te mato’, el chiste fácil. Mihura empieza a enredarte con una dialéctica precisa de minutos y desemboca en una situación hilarante. El desenlace cómico está muy bien trabajado con diálogos largos y complicados. Tiene razón Amelia Ochandiano cuando dice que es un auténtico miura al que es difícil coger por los cuernos”.
Para una actriz curtida en comedias de lo absurdo como la televisiva ‘Aquí no hay quien viva’, el secreto de ‘El caso de la mujer asesinadita’ es “conseguir llevar el drama hasta el último extremo”, lo que convierte un “asesinato pequeñito, como describió el propio Mihura”, en “una comedia desternillante y muy inteligente. Por medio, destaca, “una crítica feroz a la España e aquella época”. Esa es una de las claves. Sin aquella España represiva y mediocre sería imposible comprender el genio de Mihura. Por eso, señala Ochandiano “no es posible hacer una adaptación a los tiempos actuales. Explotamos la ingenuidad de la época y todo lo que suponía ese país que ahora no es más que un recuerdo”. “Y es que la misma concepción de la obra exige que seamos respetuosos con el autor: un señor quiere dejar a su mujer y como no hay posibilidad legal de divorcio, pues se le ocurre que una buena solución es matarla”, finaliza.
Un reparto de siete actores, una escenografía cuidada que nos transporta a una casa burguesa de los años 50 y el jazz de Cole Porter completan el panorama de una obra que ha obtenido una magnífica respuesta de público y crítica desde que se estrenó en diciembre del año pasado.
La prensa ha dicho:
“Un humor tan español, crítico y sarcástico, entrañable y poético, con ese punto de mala leche que lo hace especialmente encantador.” El Periódico de Aragón
“Una comedia redonda y de humor permanente”. El País
“Una comedia romántica, ácida y refinada, con la que Miguel Mihura y Álvaro de Laiglesia desmontaban, en 1946, el mito del amor en un matrimonio aburguesado.” El Mundo