El Teatro Cuyás inaugura su temporada de Navidad con un Romeo y Julieta para niños y niñas que reinventa el texto de Shakespeare a la vez de introducir de manera amena y sencilla a los pequeños y pequeñas de la casa en los secretos del teatro clásico. Este montaje cuenta con el patrocinio de la Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias. De la mano del Teatro Español llega esta nueva versión firmada por Olga Margallo. La autora, que ya ganó un Premio MAX al mejor montaje infantil en el año 2004, adapta el clásico inmortal para dejar que sean los propios personajes, y no la pluma despiadada del dramaturgo inglés del XVI, los que conduzcan su propia vida. El resultado es un Romeo y Julieta con final feliz en el que triunfa el amor entre los dos protagonistas y reina la armonía entre Capuletos y Montescos. Teatro, canciones, bailes y un ritmo trepidante donde, aparte de la propia trama, se puede disfrutar de las interioridades del teatro, son los ingredientes de una adaptación que ha cosechado buenas críticas allá por donde ha pasado y que viene al primer recinto escénico de Canarias justo antes de echar el cierre. Las entradas para disfrutar de este montaje familiar ya están a la venta en las taquillas del Teatro Cuyás, en su página web (www.teatrocuyas.com) o llamando al teléfono 902 405 504.
Margallo se ha especializado en crear espectáculos dirigidos al público infantil que, sin embargo, huyen del tópico de lo ‘ñoño’ y buscan profundidad en sus mensajes. La idea de este sorprendente montaje que se basa, muy libremente, en la tragedia de los amantes de Verona es curiosa: “Hace tiempo leí a mi hija de seis años un cuento que adaptaba la historia de Romeo y Julieta para niños. Al terminar de leérselo lloraba tanto que le dije que no se preocupara, que era sólo una historia, un cuento. Me dijo que quién podía haber escrito una historia de amor tan bonita con un final tan triste, le dije que William Shakespeare, me preguntó que si vivía, le dije que no y se puso a llorar otra vez acordándose de la muerte de los dos protagonistas. Me pidió entonces que por favor me inventara un final menos triste, que si no ella no iba a poder dormirse tranquila”, señala la dramaturga.
Otro de los secretos que explican el éxito de este Romeo y Julieta es que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos. La trama comienza con un William Shakespeare actual que empieza a escribir el destino de los dos jóvenes en su ordenador portátil. En su cabeza bullen ideas de duelos a espada entre las dos familias rivales, amores imposibles que acaban de manera trágica y odios irreconciliables. Pero sus personajes no están dispuestos a dejarse arrastrar por el pesimismo de don Guillermo (William) y se rebelan contra lo que consideran un destino injusto. Así, surge una Julieta contestataria y muy enérgica que roza el feminismo y un Romeo que, lejos del carácter pendenciero que le intenta imprimir su creador, prefiere ser conciliador y rechazar el uso de la violencia.
Aunque Shakespeare intenta mover a su antojo a los personajes y demás elementos que forman parte de la trama, los protagonistas logran sobreponerse a sus deseos y crear un espectáculo divertido donde no faltan las canciones, las coreografías y el humor.