
Mario Del Monaco nació en Florencia el 27 de julio de 1915 en una familia de la alta burguesía y, por parte de padre, podía presumir de nobles ascendencias. En su culto ambiente familiar reinaba el amor por la música hasta tal punto que, en él, el interés por la ópera y la vocación por el canto se manifestaron precozmente. Fue, sin embargo, el maestro Arturo Melocchi en el conservatorio Rossini de Pesaro quien valoró plenamente las dotes vocales nada corrientes de su alumno.
Su debut oficial, después de cantar en una Cavalleria Rusticana en Cagli, tuvo lugar en el Teatro Puccini de Milán con Madama Butterfly. Era el 31 de diciembre de 1940. Desde ese momento su carrera experimentó un ascenso imparable y, durante la guerra, y a pesar de las dificultades para trasladarse a los teatros a causa de los eventos bélicos, del Monaco, desafiando las incomodidades y los bombardeos, desarrolló una actividad muy intensa. Más de una vez llegó a cantar dos óperas en un solo día.
En 1944 debutó en la Scala con La Bohème en una serie de representaciones que se celebraron en el Teatro Sociale de Como donde, debido al bombardeo que había destruido la histórica sede milanesa, se habían trasladado los conjuntos del Teatro alla Scala.