La Fura dels Baus vuelve a romper esquemas



La Fura dels Baus vuelve a romper esquemas. La compañía catalana trae hasta el Teatro Cuyás su último montaje, Boris Godunov, una atrevida apuesta escénica que convierte en patio de butacas del recinto escénico en parte del escenario y a los espectadores en protagonistas de la trama. El punto de partida de esta obra es sencillo. El director Alex Ollé enfrenta a los espectadores al grado máximo de angustia social del mundo occidental: ser el blanco de un atentado terrorista. A partir de ahí, se desgranan otros muchos asuntos de fondo tales como el acceso al poder de personajes sin escrúpulos como el mismísimo ‘Boris Godunov’ que se representa en el escenario cuando el teatro es asaltado por terroristas. La obra se ve interrumpida y el teatro tomado por un grupo radical que mantiene al público como rehén. Atrevidos audiovisuales o la acción que se desarrolla en la calle completan la paleta de atractivos de una obra que promete colgar el cartel de ‘no hay billetes’ en el Cuyás. Las entradas ya están a la venta en las taquillas del propio teatro, en su página web (www.teatrocuyas.com) o a través del teléfono 902 405 504.
Alex Ollé destaca que la elección de la obra de Pushkin como telón de fondo de este estudio sobre el terrorismo no es casual. “Es un texto que habla del poder, de la corrupción y del asalto al poder por parte de un hombre que se hace pasar por el heredero legítimo al trono de Rusia. Los paralelismos con la acción terrorista que se ha producido en el teatro son importantes. Dos mundos, realidad y ficción, que confluyen y se tocan. Algunos textos y personajes están inspirados en la obra original, pero se ha realizado un trabajo de contemporanización del contenido de la obra, se ha reescrito el texto, y se han seleccionado pequeñas partes del montaje para ser representadas”.
La idea de ‘Boris Godunov’ surgió tras los hechos ocurridos en el teatro Dubrovka de Moscú el 2002 durante una representación del musical Nord-Ost. El 23 de octubre de aquel año, un grupo de terroristas chechenos asaltaron el teatro durante la función. Más de 900 personas permanecieron dos días y medio como rehenes de un grupo de hombres y mujeres armados, que exigían la salida de las tropas rusas de Chechenia. Después estériles negociaciones, la intervención de las fuerzas especiales rusas, que tomaron el teatro amparados en una nube de gas, acabó con la vida de 130 rehenes y 41 asaltantes. El acto fue posteriormente reivindicado por el caudillo checheno Movsar Barayev.
La Fura dels Baus ficciona un hecho real aunque, según explica Ollé, la intención de la compañía catalana dista de llevar a escena lo que pasó en el teatro moscovita. La trama gira en torno a los terroristas que secuestran el teatro mientras se está representando una versión de la obra Boris Godunov, de Alexander Pushkin. Durante el asedio, el espectador asistirá a las disputas internas de los asaltantes y la lucha por el poder, así como al funcionamiento de los gabinetes de crisis y de la figura del mediador de conflictos. Las transcripciones reales de los hechos por parte de supervivientes han servido a La Fura dels Baus para elaborar buena parte del espectáculo. Algunas de las situaciones que pueden parecer más irreales proceden directamente de la realidad. Los actores Pedro Gutiérrez, Sara Rosa Losilla, Pep Miras, Juan Olivares, Francesca Piñón, Albert Prat, Òscar Rabadan, Fina Rius y Manel Sans serán los encargados de convertir el Teatro Cuyás en un inmenso escenario y hacer creíble una trama que ha arrasado en los mejores teatros de España.
El video juega un papel fundamental en el montaje. Gracias a las pantallas, el público les verá colocar explosivos en las dependencias del teatro, y sufrirá su hostigamiento y sus discusiones. La obra refleja también las discrepancias de puntos de vista entre los secuestradores, que responden a distintos arquetipos conocidos de terrorista: el violento, el dialogante, el que lo daría todo por defender sus ideas y el que ve cómo sus principios se resquebrajan en una situación límite.
“Boris Godunov es un reto para los actores, debido a la propuesta inusual, atrevida y arriesgada: la escenificación de un acto terrorista dentro de un teatro, con los espectadores como rehenes y con un espacio escénico tan grande como toda la sala”, señala Alex Ollé. La complejidad del tema (violencia y terrorismo) pide cuidado y sensibilidad en la puesta en escena. Por este motivo, se ha huido en todo momento del realismo a la hora de construir la historia y los personajes.