
Las razones que han llevado a Producciones del Mar a resucitar a Groucho, Harpo y Chico tienen que ver con la estructura teatral del trabajo de los humoristas. “¿Por qué los hermanos Marx? Obviamente, tienen el humor. Pero también lo tienen Buster Keaton, u Oliver & Hardy o el mismísimo Charlot. Sin embargo, nosotros creemos que los hermanos Marx poseen una teatralidad superior a los otros, aparte de ser seguramente más modernos. No hay que olvidar que fue su éxito en las giras por los escenarios de todo Estados Unidos lo que hizo que Broadway les diera una oportunidad, y luego Hollywood se fijó en ellos. Posiblemente eran mejores en carne y hueso que en el celuloide, al menos al principio. Ese humor absurdo, esos cambios súbitos de tema y de código son muy teatrales. Y también lo es ese juego constante de provocación que se siente bajo los personajes de los cómicos hermanos. Nuestra intención es intentar trasladar este humor a nuestro universo, castellanizarlo, por así decirlo, y recrearlo dentro de una obra original”, destaca Álvaro Lavín, director del montaje.
El propio Lavín encabeza un reparto en el que también participan, Marina Seresesky, Paloma Vidal, Luis Callejo, Chani Martín e Iván Villanueva. Más allá de las tablas, en imágenes cinematográficas que se proyectarán como parte de la trama, otro nutrido grupo de actores ha dado forma a un montaje que recupera el glamour de los años 30 pero “totalmente adaptado a los tiempos que corren”, destaca Lavín. Un repaso que repasa el mito cinematográfico pero que, también, indaga en la personalidad de cada uno de los integrantes de la saga familiar que conquistó los escenarios y las pantallas. “Junto al humor de los hermanos Marx también está su historia personal, aún más teatral por ser una familia”, destaca el director. “Quizás en todos los mitos del celuloide se produce esa extraña fusión entre el actor y el personaje, entre el papel y la persona. Pero en estos actores que prolongaban sus papeles de película en película, sin importar si encarnaban a un explorador o a un empresario, esa sensación se acentúa. ¿O será que a veces todos nos sentimos algo personaje...? En esa historia de hijos de inmigrantes encumbrados al éxito pero que nunca pierden la capacidad de reírse de ellos mismos creemos que hay una historia interesante”, señala.
Lujo tras la escena
El montaje que presentarán Producciones del Mar y Teatro Meridional cuenta con la participación de dos personalidades de la escena que, pese a no participar de la locura que se desencadenará sobre el escenario imprimen un indudable plus de calidad. Teresa Nieto es la responsable de la coreografía y el diseño de movimiento, una habitual del Cuyás que cuenta, entre otros galardones con el Premio Nacional de Danza 2004, el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid 2003 o el Max a la Mejor Intérprete Femenina de Danza 2007.
Por su parte, el trabajo escenográfico y de vestuario corre a cargo de Elisa Sanz, autora de los espacios escénicos de montajes como El rey se muere, de José Luis Gómez - Premio Max a la Mejor Escenografía 2005-; Ubú Rey con dirección de Alex Rigola; Luces de bohemia, dirigida por Elena Pimenta, y muchos otros.
La prensa ha dicho
“Una reflexión -con mucho humor, desde luego- sobre nuestro mundo aprovechando esa materia densa y maravillosa que es el universo marxiano”. ARTEZ