EL CABILDO DE GRANCANARIA Y LA REAL SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS RECUERDAN LA GESTA DE LA GRANADERA CANARIA DOS SIGLOS DESPUÉS DE SU PARTICIPACIÓN EN LA GUERRA DE INDEPENDECIA



Hace 200 años, un cuerpo de ejército formado por 600 voluntarios de la isla de Gran Canaria partió rumbo a Cádiz para participar en la lucha de liberación nacional que estalló tras la invasión napoleónica de la Península Ibérica. La Granadera Canaria, tal como se conoció a este grupo de canarios, participó activamente en alguno de los más importantes escenarios bélicos de aquella guerra desde el frente de Extremadura a la defensa de Cádiz, pasando por la batalla de Chiclana (5 de marzo de 1811). Dos siglos después de la gesta, una exposición organizada por el Cabildo de Gran Canaria, la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria y el Museo Naval de Canarias rinde homenaje a aquellos hombres que, según explicó el escritor y periodista Luis Morote, escribieron “una página excelsa de la vida de esta isla”. La muestra, que recorre la experiencia en combate de la Granadera Canarias a través de objetos personales, documentos, armas, estandartes y uniformes de la época, estará abierta al público hasta el 30 de abril. El acto de inauguración de esta exposición sobre la participación canaria en la Guerra de la Independencia tendrá lugar mañana viernes, 3 de abril, a las 19.00 horas en la Casa de Colón de la capital grancanaria.
El historiador Juan José Laforet es el coordinador de una exposición que pretende dar a conocer un episodio poco conocido por la población de las islas. “El Cabildo General Permanente de Gran Canaria, en reuniones celebradas a finales de enero y comienzos de febrero de 1809, acordó promover y organizar un cuerpo de granaderos, constituido por oficiales, suboficiales y soldados provenientes de los regimientos de las milicias provinciales, que en esta isla se encontraban establecidos con sus respectivas banderas –que hoy se conservan en la Catedral de Canarias– en Las Palmas, Telde y Guía, así como por numerosos voluntarios que fueron encuadrados en los tres estamentos; un cuerpo de ejército que alcanzó la cifra de 600 integrantes y fue conocido como el Batallón de Granaderos de ‘Leales Canarios’, aunque luego, nominado así por sus heroicas acciones de guerra en la Batalla de Chiclana, pasaría a la historia como ‘La Granadera Canaria’”, explicó el experto.
 La expedición partió hacia Cádiz el 5 de abril con la ciudad volcada y las calles llenas de ciudadanos que vitorearon a los soldados, explica Laforet, llegando a tierras peninsulares de manera escalonada gracias a una flotilla de naves variopintas reunida para la ocasión. Como ya se ha referido, el cuerpo canario se distinguió en la victoria aliada de Chiclana, donde atendieron con pericia una de las posiciones artilleras que hostigaban a los franceses y se ganaron el reconocimiento de los mandos del ejército angloespañol. La participación de los grancanarios en esta batalla fue clave para evitar que los franceses pudieran bombardear Cádiz, un extremo que fue reconocido en una orden del General Jefe de las fuerzas aliadas que dio oficialidad al nombre del pequeño ejército isleño: “La bizarría e intrepidez con que se han comportado los Granaderos de Canarias bajo el incesante fuego de los enemigos, me obliga a denominarla en honor a tan bravos militares ‘La Granadera Canaria’. Esta orden se copiará en todas las filiaciones de los soldados y hojas de servicio de los oficiales”. Según los documentos de la época, indica Laforet, los canarios se batieron “dando continuos vivas a la Virgen del Pino”.
Antecedente de los Episodios Nacionales
Gran parte de la información sobre la participación de la Granadera Canaria en la Guerra de la Independencia se debe a los diarios y notas redactados por el subteniente Sebastián Pérez y el capellán Domingo Pérez, padre y tío, respectivamente, del novelista grancanario Benito Pérez Galdós. Presumiblemente, la infancia del genial escritor grancanario estuvo marcada por los relatos bélicos de sus familiares, un hecho que quedó plasmado de manera magistral en la crónica del XIX español que suponen los Episodios Nacionales.